Miss Happy.
Holaa!! Se que estoy tardando en subir mi pequeña GRAN historia, pero es que hay una cosa llamda instituto que requiere estudiar, y además voy al conservatorio de música, así que tengo más bien poco tiempo. Pero intentaré subir los primeros capítulos de mi extraño relato mañana... ;D
NOMETASONA FUROATO
Nometasona Furoato leí. Desconcertada por ese desorden de letras, abrí la pequeña caja y saqué la pastillita para dormir. Me sentía estúpida, porque no me creía con derecho de considerar un problema lo que me ocurría. Ya sabes, una simple “depresión juvenil”. Nometasona Furoato ¡Hay que joderse, hasta eso me deba que pensar!. Me senté y observé detenidamente como la pastillita se disolvía en el agua. Nometasona Furoato ¡menudo nombrecito! Un montón de pensamientos descontrolados, de esos que no me dejan dormir, comenzaron a atormentarme, por un lado, la pelea con mis padres, por otro la bronca del de matemáticas y por el lado más grande, Dani. No entendía que le pasaba a ese tío, llevaba intentando que se fijase en mí meses, y no pasábamos de grandes amigos, quizá fuese mejor así. Nometasona Furoato ¡a dormir! Antes de que por fin mis ojos se cerrasen, pensé en Rocío, siempre tan triste. Era mi mejor amiga, había muchísimas cosas que solo me contaba a mí, pero acostumbraba a guardarse los problemas, y eso le atormentaba. De vez en cuando quedábamos y nos contábamos esos pequeños problemas que nosotras hacíamos grandes y que nos mataban por dentro. Después de estas sesiones de psicología, sonreíamos y volvíamos a estar alegres. Me relajé ante la idea de hablar con ella y al fin, el Nometasona Furoato hizo su efecto.
